Casi todas las camas en un hospital tienen un resucitador manual cerca, disponible en caso de una respuesta rápida o un código donde los trabajadores de la salud mantienen la oxigenación apretando una bolsa manualmente. La automatización de ésta, parece ser la estrategia más simple que satisface la necesidad de ventilación mecánica de bajo costo, con la capacidad de fabricarse rápidamente en grandes cantidades. Sin embargo, hacer esto de manera segura, no es nada trivial.

El uso de una Máscara de Válvula de Bolsa (MVB) en situaciones de emergencia, no es un concepto nuevo . En el 2010, un equipo de estudiantes del MIT clase 2.75 Diseño de dispositivos médicos introdujo un ventilador portátil que utiliza un re-animador manual , pero no pasó de la etapa de prototipo. Casi al mismo tiempo, un equipo de Stanford desarrolló un ventilador de menor costo para las reservas de emergencia y el mundo en desarrollo. Se parece a un ventilador moderno de la Unidad de Cuidados Intensivos, pero “la producción para los hospitales de EE. UU. Comenzaría [en] aproximadamente 11 meses”, lo que lo convierte en “una solución de segunda ola” . El año pasado, el concepto fue re-visitado por dos equipos de estudiantes, uno de la universidad de Rice, y otro equipo con sede en Boston que ganó el premio MIT Sloan’s Healthcare. Hay muchos otros equipos que trabajan actualmente en este desafío, y son ya sin límite de mencionar; aunque la realidad es que muchos se quedan en diseño, y no pasan a ser producidos o construidos por temas de legalidad, de Cofepris en el caso de México,  o regulaciones internacionales. La realidad es que técnicamente muchos de ellos se adelantaron a publicar algo, para decir que tenían su versión, y no vemos realmente avances de ningún equipo en forma masiva.

Nosotros comenzamos adoptando la solución de Formon – Ventcore Health que nos gusto mucho el diseño ergonómico inicial. Desafortunadamente este fue liberado al mercado sin pruebas, y con funcionalidad mecánica, electrónica (tarjeta propia con drivers de motor no muy estables ni resistentes), y nada de código fuente para poder colaborar. Inmediatamente decidimos rescartar muchas cosas, y rediseñar por completo la electrónica, reforzar la mecánica con mayor potencia y exactitud, y hacer el código con resultados y vivencias del MIT e-Vent así como el de la Universidad de Florida Health. 

A los tres mencionados, les damos las gracias por su colaboración en línea y con atribuciones respectivas en su área de uso. El resultado de estos estudios, pruebas en campo es: VentMex, nuestro ventilador de emergencia de superior calidad, ensamblaje y diseño de código abierto.